Por Manuel Olmoss
Derechos Reservados.
La controvertida ley anti-inmigrante SB1070 que pronto se aplicará en el Estado de Arizona, es obra de los sectores oscuros que siguen negando el obvio multiculturalismo existente de EE.UU. como nación. Pero más allá del rechazo directo a los hispanos provenientes de un Estado que no puede esconder la presencia hispana, los hispanos somos una pesadilla "americana" que viven esos grupos empeñados a querer vivir un mundo a su manera. Esos supremos separatistas hacedores de leyes nefastas, niegan la rica diversidad cultural adentro del territorio norteamericano, y no aceptan que el rostro de esta nación en el siglo XXI ya es diferente al de treinta o cincuenta años atrás.
Los impulsores de la Ley son claros: desean un mundo de un solo color, aunque la mayoría quiera vivir en un arco iris que pare bellos colores. Con una ley que criminaliza a los indocumentados en Arizona, lo diferente no tiene aceptación. Lo diferente no tiene derecho a vivir dignamente independientemente de su aporte a la sociedad. La regla es lo uniforme y para ser aceptado como raza, hay que sumarse al aburrido concepto de que todos somos iguales, al menos en el color de la piel.
¿Qué pasaría si una ley controvertida como la SB1070 se implementara en California? En el caso de los centroamericanos, tendríamos un impacto comercial desfavorable. Por ejemplo, las tiendas Liborios y La Curacao, tan sólo por mencionar a dos emblemáticas empresas, tendrían que re-estructurar sus estrategias de venta y dirigirlas a otro mercado. Las pupuserias y restaurantes mexicanos desaparecerían en una gran parte, a lo mejor la misma "Plazita Olvera" no tendría sentido de existir, y esos pequeños negocios del Distrito Pico Union 1, indudablemente, tendrían que acogerse al derecho federal de archivar una bancarrota. Eso sin mencionar el gran sector del Este de Los Angeles que alberga a miles de hispanos que hacen todo tipo de actividades. Desde cualquier ángulo que se vea el impacto de una SB1070 en California, sería difícil imaginar California sin hispanos, o hispanos sin California; porque el poder de los hispanos estriba en el consumismo y eso definitivamente sería un vacio difícil de llenar. Una ley como la de Arizona, afectaría a miles de empleadores que necesitarian obtener servicios al cual los nativos Californios no quisieran desempeñar y tendrían que parafear cuando dicen la famosa frase del programa mexicano Chespirito: “¿!Oh! y ahora quién nos salvará?
En el caso de la comunidad salvadoreña que es el segundo grupo de inmigrantes más numeroso entre los hispanos de EE.UU. detrás de los mexicanos, según un estudio del Instituto de Políticas de Migración (MPI), una Ley como la de Arizona, tendria repercusiones desfavorables a las miles de familias instaladas no solo en California, sino, en el territorio nacional y 1,1 millones de salvadoreños ("Inmigrantes Salvadoreños en Estados Unidos"), que residen en el país y segun el reporte realizado con datos del 2008 de la Oficina del Censo, tendrian que buscar diferentes ciudades para vivir. En el peor de los casos, buscar el retorno al territorio nacional. Afortunadamente, California es tolerante con los inmigrantes y aunque existen algunos abusos hacia los hispanos, al menos, podemos sentirnos satisfechos con las posiciones políticas tomadas de los gobiernos y sus representantes locales, tales como la postura tomada por el actual Alcalde Antonio Villarraigoza, que apoya un boycott a esa ley injusta de Arizona.
El carácter noble multicultural de una nación empieza mostrándose con la auténtica aceptación de las diferentes razas cuando éstas viven en su seno. EE.UU. puede decidir en el siglo XXI si se moderniza promoviendo una nueva cultura multicultural como nación, o si prefiere continuar una práctica de rechazo a lo hispano. En general, el “establishment” manifiesta ser nación que recive bien a los inmigrantes. Sin embargo, la realidad es otra y se demuestra con el retroceso que hoy tenemos en Arizona. Y es que todavía hay sectores de la sociedad nacional que ven al extranjero como algo diferente, tal vez inferior. Tan grande es la pobreza de la Arizona actual que no alcanza a ver la riqueza de un patrimonio racial hispano. Veremos si las pasadas marchas de mayo a nivel nacional logran opacar el malévolo pensamiento antiinmigrante que podría extenderse por todo lo ancho de la nación. Muy lejos están los días para ver una norteamérica diversa con rasgos étnicos distintos aceptados.
La ley perversa de Arizona, tiene que preocupar a cualquier comunidad inmigrante en EE.UU. y especialmente, a los salvadoreños que ocupan el sexto lugar detrás de México con 11,4 millones de mexicanos viviendo en suelo norteamericano. Pero al mismo tiempo, la Ley de Arizona, podría despertar a nuestra comunidad para luchar y tener la oportunidad de poner a un lado sus diferencias, sus intereses individuales y optar por ponerse a la altura de los acontecimientos que se requieren. Arizona es un desafio para los hispanos para saber que tan fuerte somos y si podemos derrotar el injusto menosprecio racial que nos niega salir de la oscuridad. Hoy es la oportunidad de hacernos contar ya que podemos demostrar cuantos estamos en desacuerdo con la SB1070.
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