Wednesday, June 30, 2010
LA CULTURA DEL CUIDADO AMBIENTAL
A pesar del adelanto tecnológico, EE.UU. no tiene
conciencia colectiva para cuidar el Planeta Tierra
Por Manuel Olmoss
Derechos Reservados
Hace más de veinte años, no imaginé escribir sobre el tema de Ecología. Pero quizás, los recientes desastres naturales, me hacen revisar ese panorama sombrío globalizado que se avecina con los pronosticados terremotos que sacuden algunas regiones del Planeta para dejar luto en la humanidad. Haiti, Chile y recientemente el terremoto en China, son suficientes motivos para escribir sobre la actual crisis ambiental. Sin duda, estos últimos terremotos han sacudido muchas conciencias a parte de la población mundial que ahora se apresta a tomar medidas para cuidar el Planeta. Pero hay una parte de la humanidad que todavía no está interesada en ser parte de una nueva cultura necesaria para defender a la “Madre Tierra”. Ante esta situacion, aquellos hombres y mujeres que simpatizamos en la lucha por causas justas, tenemos la oportunidad de dar un valioso aporte a la causa de la defensa ambiental. Los que podemos hacerlo somos los seres humanos que todavía tenemos un corazoncito social y responsable para cumplirle a la que nos vio nacer, y nos verá morir.
En la actualidad, la mayoría de las agendas entre pueblos y gobiernos del mundo son diferentes. Por ejemplo, mientras en Latinoamerica hoy se diluyen en el tapete debatete sociales y políticos; en USA, Europa, y quizás también Asia, el tema predominante es el ser o no ser “green”. Las agendas de los pueblos de norteamerica y Latinoamerica, están lejos de aquellos años cuando por ejemplo durante la década de los 80s, el tema de la liberación de los pueblos y sus revoluciones Latinoamericanas, fueron puentes que los unieron. Hoy, estos pueblos no tienen esa conección ya que en la actualidad se percibe que las luchas políticas-sociales de los pueblos Latinoamericanos no despiertan simpatía entre los norteamericanos y ambos pueblos no están conectados orgánicamente como en el pasado.
Pero, ¿Qué importancia pueden tener el agua, el sol, y el viento en las luchas populares? Para algunos grupos segmentados de la sociedad norteamericana, estos temas ambientales son justas luchas que se llevan a cabo desde cabildeos, luchas legislativas, hasta luchas federales y estatales. Al luchar por la defensa del medio ambiente, se lucha por la política porque ellos entienden que en el triunfo de esos temas, existe la posibilidad de vivir de manera digna y al mismo tiempo por la sobrevivencia humana.
Lamentablemente en Latinoamerica, el tema ambiental todavía no han encajado como debe de ser en los movimientos de emancipación popular, y al mismo tiempo, puede verse que el tema no es tratado como se debiera en las cúpulas de gobierno. Las luchas de nuestros pueblos aun no despegan con una visión de obligar a incluir en los gobiernos agendas ambientales. Y es que la gran mayoría de los pueblos Latinoamericanos, aun no entienden que luchar por la conservación ambiental hoy en día es tan vital como luchar por las libertades democráticas, el derecho a una vivienda, a una mejor educación, etc. En la actualidad, luchar por conservar la energía y adoptar el concepto de reciclaje pueden ser actos de demandas inmediatas, anti-sistema, que lo ubican al activista como Ser responsable social. A niveles de gobierno, en el panorama Latinoamericano, no se implementa ninguna agenda permanente de reclamo a un mejor orden ambiental. Son solo quizás algunos pequeños grupos que siguen siendo insignificantes en el marco del manejo del poder los preocupados y activos por conquistar ese derecho de respeto al medio ambiente. Como gobiernos, Venezuela, Bolivia, Cuba, Nicaragua y hasta Ecuador, que se definen alejados de la politíca de USA, tienen la posición privilegiada de convertirse en líderes dentro esa emancipación ambiental; si tuvieran la voluntad de hacerlo. Y prueba de que cuando se quiere se puede, es la pasada realización del Foro Mundial a favor del medio ambiente que se llevó a cabo en Cochabamba, Bolivia en el mes de abril y donde hubo una declaración tipo manifiesto; para hechar la culpa al Capitalismo por las barbaridades que comete en contra del Planeta. Sin embargo, todavía se hace muy poco para que en la agenda política gubernamental de los gobiernos Latinoamericanos, prevalezca el cuido a la “Madre Tierra”.
En un foro reciente en Los Angeles, California, y al que asistí para conocer el tema del medio ambiente, alguien dijo a la hora de hacer las preguntas que ya el neoliberalismo no da basto a tanto ultrajo ambiental. Es allí donde entiendo que luchar en contra de los monopolios económicos que despojan salvajemente los recursos naturales, puede ser un acto verdaderamente revolucionario porque se lucha en contra de los sectores que sólo quieren amasar la plusvalía. ¿Cómo explicar que en el capitalismo voráz y a sabiendas de la excasés de recursos naturales tales como el agua, aun no hay parametros que limiten esa saciedad de los capitalistas? Esos atropellos son posibles por el alto grado de consumismo del mundo y además por la avaricia humana.
Tengo entendido que en Europa se vive una cultura de respeto al medio ambiente. Por ejemplo, cuando se va de compras el consumidor lleva su propia bolsa haciendo menos el desperdico y parando la abominable tala de árboles. Tan sólo Berlín, Alemania, es una ciudad que despunta como líder en el cuidado del Medio Ambiente porque hace un esfuerzo por parar el deterioro ambiental. Contrariamente, Estados Unidos aun no se reacomoda a esos cambios culturales ambientales obligados y sigue en la víscera del desperdicio. USA quizás está quince años atrás de la Cultura del Cuidado Ambiental a pesar de vivir en apogeo el adelanto tecnológico.
A muchos Latinoamericanos, nos gustaría saber que existe esa conección entre lucha ambiental y lucha social, porque ciertamente en el siglo XXI, no se puede concebir ninguna construcción revolucionara sin dejar de incluir precisamente el tema del medio ambiente. Se espera que pronto el reciclaje, la conservación del agua, y un mejor uso de la energía puedan provocar luchas revolucionarias. Ojalá que cuando se incluyan agendas a favor del medio ambiente, no sea demasiado tarde para desarrollar campaña educativas, inclusión de cursos académicos en colegios y universidades para concientizar al cuidado del medio ambiente.
Vendran otros Haitis, Chiles, Chinas, maremotos, etc, y la población mundial quizás no se convenza en querer adoptar un nuevo modelo ambiental para vivir. Pasarán veinte o treinta años más, y si no existen propuestas de solución para enfrentar el deterioro de nuestros recursos naturales, la humanidad tendrá mucho que lamentar en un futuro cercano. En las próximas fallas o “castigos” naturales al que nos enfrentemos, pensemos si podemos hacer la diferencia como individuos, pueblos, gobiernos, o naciones al adoptar una nueva cultura a favor del medio ambiente.
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